Cuba es tierra de mezclas en todo el hacer humano, como lo es todo el Caribe. La cocina cubana es muestra de un proceso sincrético; mezcla de las culturas culinarias aborigen, española-europea, africana y asiática. Cada emigrante que a Cuba llegó, obligado o en busca de nuevos horizontes, trajo sus costumbres gastronómicas que hicieron de la cocina cubana una síntesis de muchos sabores y hábitos alimenticios.
Como cualquier país hay comidas típicas tradicionales y por regiones, pero en esencia nuestra cocina es internacional e híbrida. Cuando un viajero pregunta cuál es la comida típica cubana el nacional suele decir: masas de cerdo fritas con arroz blanco y frijoles negros (o moros y cristianos); pero hay tantas, la llamada “ropa vieja”, “el ajiaco” , aunque el secreto es la mezcla de condimentos que acá llaman “sazón cubano”. Es la manera del cubano de aderezar los alimentos a la hora de cocinarlos, usando el zumo de naranja agria, el comino, el orégano y mucho ajo y cebolla.
En Cuba en cada región hay muchos restaurantes célebres y hoy de moda las conocidas “Paladares” que son Restaurantes de propietarios privados cubanos, emprendimientos familiares que ha diversificado la gastronomía de la Isla y han contribuido al rescate de la cocina cubana e internacional con gran creatividad: “Fresa y Chocolate”, “San Cristóbal” y “Doña Eutimia” son Paladares Cubanas donde se muestra lo mejor de la cocina cubana. Obligada visita a restaurantes que son marcas internacionales como “La Bodeguita del Medio”, “Floridita” y “El Aljibe”, entre tantos.